En Granada, en septiembre de 2022, el paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo ha sido de 82.979 personas, 1.051 más que el mes pasado (1,28%), y hay 1.038 personas inscritas en paro menos que hace un año (84.017), cuando aumentó el desempleo en 1.018 personas. En el análisis por sectores, ha bajado el paro en agricultura (-248) y construcción (-114), mientras que ha subido en servicios (994), colectivo sin empleo anterior (296) e industria (123). En cuanto a la contratación, durante este mes se han realizado en Granada un total de 32.836 contratos, 7.464 menos que en el mismo mes del año 2021 (40.300). Del total de contratos de septiembre, 17.487 han sido temporales, un 53,25%. En cuanto al total de contratos acumulados de 2022 (314.866, 9.901 menos que en 2021, cuando había 324.767) se han formalizado 96.858 contratos indefinidos en la provincia de Granada, un 30,76% del total.
Desde UGT Granada, su secretario general, Juan Fco. Martín, ha valorado hoy negativamente los datos del paro del mes de septiembre, y considera que es preciso seguir manteniendo el escudo social y las medidas de apoyo, garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores/as con cláusulas de revisión en los convenios y subir el SMI hasta que alcance los 1.100 euros en 2023.
El principal problema que se debe afrontar ahora la economía granadina, señala, es la merma de la capacidad adquisitiva que están padeciendo las familias de nuestra provincia, porque, aunque se haya creado empleo de calidad hasta niveles nunca vistos y, desde enero de 2022, haya sido en gran parte de carácter indefinido, la realidad para el ugetista es que los salarios reales están disminuyendo a un ritmo vertiginoso, y con ello se eleva la pérdida de poder de compra salarial.
Todo hace indicar, augura, que vamos a tener un otoño de dificultades, y ante este panorama, para el representante sindical, es imprescindible apostar por la mejora de las condiciones laborales y salariales que tenemos en Granada, para evitar así que siga cayendo el poder adquisitivo de la clase trabajadora y, con ello, comprometiéndose gravemente un elemento fundamental de la actividad económica: el consumo. El tejido empresarial granadino tiene que ser responsable, afirma el representante de UGT, y entender que es el momento de devolver a la sociedad, a la ciudadanía, a las economías familiares, una buena parte de los beneficios que han venido acumulando a lo largo de los últimos años.
Es imprescindible, afirma, que se amplíen las medidas adoptadas hasta ahora para proteger la creación de empleo y la calidad de vida de las personas trabajadoras, construyendo un verdadero pacto de rentas a la altura de la coyuntura. La negativa de la CEOE a llegar a un acuerdo en esta materia es un despropósito a su juicio, sobre todo cuando la economía actualmente requiere de certidumbre. El esfuerzo para superar los inconvenientes que estamos sufriendo debe ser colectivo, y las empresas deben ajustar sus márgenes, principales responsables del aumento de la inflación, ha concluido.
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