El director de la azucarera del Guadalfeo, Joaquín Martín Montero, ha anunciado hoy oficialmente el cierre de la industria y añadió estar triste, pero satisfecho por haber conseguido continuar con este histórico cultivo hasta 2006 y ser la última cañera de Europa.
Por su parte, el gerente de la cooperativa cañera, Alejandro Espinosa, mostró su punto de vista en torno a los últimos años del cultuvo y añadió que el cierre será creíble cuando sea comunicado oficialmente al Ministerio de Agricultura. Espinosa se quejó de la falta de ayuda oficial y dijo no estar de acuerdo con la postura de la fábrica. El gerente de la fábrica insistió en que las ayudas oficiales han sido vitales para la continuidad del cultivo en estos últimos años, aunque fuesen insufucuentes, e insistió en que la decisión corresponde a la fábrica y no debe ser consensuada.
El siguiente punto de debate será el desmantelamiento de las instalaciones. Los trabajadores afectados suman en torno a una veintena, en su mayoría puestos renovados. Seguirá la actividad piscícola y destilería, hasta tanto no se conforme el desarrollo urbanístico del suelo que dejará la azucarera. Ese desarrollo está supeditado a la concesión de un puerto deportivo ya solicitado a la Junta y a Costas, proceso que, según Martín Montero, no concluirá en menos de 3 años.
Por su parte, el gerente de la cooperativa cañera, Alejandro Espinosa, mostró su punto de vista en torno a los últimos años del cultuvo y añadió que el cierre será creíble cuando sea comunicado oficialmente al Ministerio de Agricultura. Espinosa se quejó de la falta de ayuda oficial y dijo no estar de acuerdo con la postura de la fábrica. El gerente de la fábrica insistió en que las ayudas oficiales han sido vitales para la continuidad del cultivo en estos últimos años, aunque fuesen insufucuentes, e insistió en que la decisión corresponde a la fábrica y no debe ser consensuada.
El siguiente punto de debate será el desmantelamiento de las instalaciones. Los trabajadores afectados suman en torno a una veintena, en su mayoría puestos renovados. Seguirá la actividad piscícola y destilería, hasta tanto no se conforme el desarrollo urbanístico del suelo que dejará la azucarera. Ese desarrollo está supeditado a la concesión de un puerto deportivo ya solicitado a la Junta y a Costas, proceso que, según Martín Montero, no concluirá en menos de 3 años.
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