31/10/06

Los dibujos animados actuales son menos machistas que los de antes, y para sus protagonistas ya no es tan importante encontrar marido

El trabajo, realizado en el departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada, pone de manifiesto que el papel de las mujeres en las películas de Walt Disney se ajusta a los cánones sociales de nuestro tiempo
En los dibujos actuales, las féminas son más independientes, y tienen una fuerte presencia en la vida pública y en el mundo laboral


Tan inteligentes, ágiles, atractivas, fuertes y heroicas como sus compañeros masculinos… o más. El perfil de las protagonistas de los dibujos animados más vistos por nuestros hijos, los de la factoría Walt Disney, ha cambiado notablemente en las últimas décadas: las féminas (no necesariamente humanas) poco tienen ya que ver con las míticas Blancanieves, Cenicienta o Minnie. Un estudio realizado por la profesora Pilar Casares García, del departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada, revela que los dibujos animados de hoy son menos machistas que los de antaño, ya que la importancia de los personajes femeninos es muy potente, y casi se ha equilibrado con la del varón protagonista.
Para la realización de este trabajo, Casares ha analizado once personajes femeninos, pertenecientes a cuatro de las películas más exitosas de Disney de los últimos años: ‘El planeta del Tesoro’, ‘Lilo y Stitch’. ‘Atlantis’ y ‘El emperador y sus locuras’. “Aunque hemos comprobado que el personaje central (mezcla de héroe y antihéroe) de los filmes sigue siendo predominantemente masculino –explica la pedagoga-, es cierto que el papel de la mujer se ha visto modificado”.
La mayor parte de las mujeres que aparecen en las películas de Disney son adultas jóvenes. “Las ancianas que aparecen, como la Sra. Packard (‘Atlantis’) arrastran, pese a su absoluta competencia profesional, numerosos estereotipos negativos (pérdida de la belleza, escepticismo, desencanto, falta de ilusión...), pero también una crítica que recuerda la capacidad y eficacia de la ancianidad, frente a la concepción social prejuiciosa de que el anciano es incompetente y ya no sirve para nada”, señala Pilar Casares.


Se acabó la mujer tipo‘Barbie’

Respecto a los rasgos físicos, la mayoría de las protagonistas de Disney son bellas o poseen algún tipo de atractivo. “Hay cuerpos proporcionados y esculturales, pero la extremada delgadez o la delgadez que no va acompañada de buen porte, agilidad y potencia muscular se presenta como ridícula”. Dicho de otra forma: “parecen evitarse los tipos ‘Barbie’: la tiranía de los kilos ha sido suavizada, y los cuerpos azotados por la anorexia brillan –afortunadamente- por su ausencia.
Sin embargo, salvo excepciones, no se permite la fealdad del rostro o la deformidad del cuerpo cuando se trata de personajes relevantes y bondadosos, más susceptibles de identificación y transferencia que los demás. “La mujer está aún obligada a tener un aspecto físico acorde con cánones predominantes en la sociedad actual y lejanos del mensaje que oímos años atrás en la propia factoría Disney (“La belleza está en el interior")”, apunta Casares.
A través del análisis realizado por la investigadora granadina –en el que se encuentran personajes como la Capitana Amelia (‘El planeta del Tesoro’), Nani (‘Lilo y Stitch’) o Kida (Atlantis) se ha descubierto que en los dibujos actuales, a diferencia de los de antes, encontrar marido o pareja es importante, pero no prioritario. No obstante, “la formación de parejas, unida a las situaciones que viven las protagonistas, transmite al niño la importancia de la familia”.
Además, la mujer sigue siendo esposa y madre pero, al mismo tiempo, es fuerte su presencia en la vida pública o en el mundo laboral, muchas veces como profesional altamente cualificada y competente.
Pilar Casares considera que tanto las niñas como los niños pueden aprender ante los perfiles femeninos que aparecen en las películas: ambos los ven y ambos pueden percibir y asumir algún tipo de mensaje. “Es necesario tenerlo en cuenta para plantear estrategias educativas. Los educadores profesionales pueden y deben realizar un uso pedagógico del cine”, concluye la profesora de la UGR.

No hay comentarios: