El bailaor Diego Llori defiende la identidad del flamenco y asegura que no necesita de fusiones para extenderse por el mundo El jiennense, que representa en estos días el papel de la muerte como jinete en el espectáculo del coreógrafo Mario Maya "Diálogo del Amargo", reflexionó sobre la expansión del flamenco en el curso "Flamenco para el siglo XXI", organizado en Almuñécar por el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada "El flamenco tiene identidad propia. Es el mástil de España y no necesita de mixturas ni fusiones para llegar y hacerse sentir en cualquier rincón del mundo". Así de contundente se expresó el bailaor jiennense Diego Llori para manifestar que la apertura del flamenco hacia el mundo no depende de innovaciones ni de cambios en las raíces de un arte que es en sí mismo santo y seña de una cultura.
Para Llori, desde que el flamenco existe ha extendido sus raíces por el mundo y aunque hoy hay figuras que por su popularidad están ayudando a su expansión actual, "en muchos casos, no son las personas indicadas para abanderarlo, pues no representan las raíces del flamenco serio y bien entendido". Identidad de una cultura Para el bailaor, que actualmente representa en el Palacio de Carlos V la metáfora de Lorca sobre la muerte en el espectáculo de Mario Maya "Diálogo del Amargo", el flamenco es el principal embajador de España en el resto del mundo, una suerte de tarjeta de visita internacional. "España está asociada al flamenco, a la guitarra. Se habla mucho del contemporáneo, como algo de moda, pero el lenguaje del baile flamenco ortodoxo es lo más contemporáneo que puede existir. Ahora se ve a gente que baila por soleás o seguirillas como si fueran la misma cosa, como si todo fuera igual. El flamenco es línea, estilismo y figura, y nada más." Según Llori, el curso de flamenco organizado por el Centro Mediterráneo es una excelente oportunidad para reflexionar sobre un arte y una manifestación cultural que forman parte de la propia existencia de quienes pertenecemos a esta tierra. "El flamenco está en todas las cosas de nuestra vida. Cuando por ejemplo, en invierno, camino entre las hojas secas que se mueven con el aire, trato de cogerles el compás. Con el movimiento del tren también me ocurre lo mismo. Es algo consustancial a la propia existencia".
La trascendencia del curso del Centro Mediterráneo Flamenco para el Siglo XXI. Han mudaito los tiempos, he mudao yo, que se desarrolla en Almuñécar hasta el próximo viernes, reside en su propia naturaleza, ya que se trata de una reflexión sobre el presente y futuro del arte flamenco en el que teóricos y artistas destacados comparten su propia experiencia creativa.
El programa del curso se articula en una serie de conferencias y diálogos que permiten compartir las mañanas con algunas de las figuras más representativas del flamenco actual, mientras que por las tardes talleres orientados a distinguir los diferentes palos del flamenco, los tipos de cante y toques de guitarra y los ritmos y acentuaciones. Para poner la guinda a cada jornada, el aspecto lúdico de los cursos da lugar cada noche al disfrute en el Parque del Majuelo con espectáculos en los que actuan jóvenes valores del género y algunas de las figuras más consagradas del arte flamenco en sus tres facetas: Cante, Toque y Baile.
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