La familia de María Teresa Fernández, la joven motrileña desaparecida hace más de seis años, pedirá ampliar las diligencias al juzgado si prospera la nueva línea de investigación abierta por la Policía, que ha pedido permiso para interrogar a Tony King, condenado por la muerte de Rocío Wanninkhof.
Según informó a Efe el letrado de la familia, José Rojas, en función del resultado que arroje esa toma de declaración sopesarán pedir también la declaración de Robert Graham, sobre el que King, amigo suyo, afirmó en su día ante el juez tener 'el convencimiento' de que la joven había sido asesinada por éste, lo que llevó reabrir por tercera vez el caso aunque sin que se haya podido dilucidar.
La petición de la familia de María Teresa se produce después de que la Brigada Judicial del Cuerpo Nacional de Policía en Motril haya pedido autorización para interrogar a Tony King para cotejar datos recabados en la nueva línea de investigación abierta para esclarecer la desaparición hace más de seis años de la joven.
Esta petición a Vigilancia Penitenciaria se produce después de que la Policía abriera nuevas líneas de investigación en un intento de averiguar el paradero o conocer algún dato nuevo sobre lo que ocurrió el 18 de agosto de 2000, cuando desapareció la chica.
Los investigadores han mantenido diferentes encuentros con personas que han aportado nuevas pistas sobre lo ocurrido, para lo que se han desplazado a distintos puntos de Andalucía.
La familia, que ya solicitó en su momento la toma de declaración a King, trata por su cuenta, y en la medida de sus posibilidades, de hacer las averiguaciones oportunas cuando reciben llamadas que arrojan pistas sobre la desaparición de la joven, que ponen en conocimiento de la Policía para que compruebe su veracidad.
Aunque se llegó a sospechar de la implicación de Tony Alexander King -único imputado por las muertes de las jóvenes malagueñas Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, ocurridas en 1999 y 2003, respectivamente- y su amigo Robert Graham en el caso de la adolescente motrileña, lo que llevó a reabrir por tercera vez el caso, hasta el momento este nunca ha podido resolverse.
María Teresa Fernández desapareció el 18 de agosto de 2000, cuando tenía 18 años, después de que su padre la dejara en una parada de autobús de la Avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro, desde donde se iba a dirigir a un concierto de las fiestas patronales de la localidad costera granadina.
Desde un primer momento, los padres de María Teresa descartaron la posibilidad de que se escapara porque no encuentran razones para ello, y su intención es que esta causa 'no caiga en el olvido'.
Terra Actualidad - EFE
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