Magdalena Lasala ha abierto hoy las II Jornadas de Historia y Novela Histórica que se celebra desde ayer y hasta el este sábado en la Casa de la Cultura de Almuñécar, con una conferencia titulada “La Granada Nazarí y el adiós al paraíso”.
Lasala, que fue presentada por el coordinador de las jornadas, José Calvo Poyato, habló sobre un estudio que existe entre la Granada Nazarí y la fantasía del paraíso.
Para la escritora aragonesa, el adiós a la Alhambra simboliza también el adiós al paraíso. “Una especie de paraíso común donde todos los seres humanos proyectamos nuestras esperanzas e ilusiones. En este sentido, podemos decir que la cultura Nazarí fue la que mejor supo proyectar esa fantasía de paraíso en su cultura y su forma de ser y en concreto a la Alhambra”.
Magdalena Lasala, que esta especializada en la Edad Dorada de al-Andalus, recordó que Boadill al renunciar a la Alhambra “garantizó el que pudiera llegar esa memoria de aquel tiempo”. A continuación fue degranando poco a poco toda la simbología que, “sin saber como, nos penetra de una forma no racional pero que todos comprendemos porque Granada es sinónimo de nostalgia, melancolía y lleva la belleza asociada a la tristeza”, señaló.
En opinión de Lasala, los nazaríes supieron utilizar la suntuosidad de su vida palaciega, incluso como arma política. “La Alhambra y la cultura granadina era un misterio para los cristianos del momento que atraía, daba miedo y era mezcla de deseo y prohibición. Añadió que todo esto conformó una especial disposición de los cristianos hacía Granada que los nazaríes supieron utilizar muy en su favor”.
La escritora aragonesa es autora de una exitosa y celebrada producción literaria en Novela Histórica entre las que “La Estirpe de la Mariposa” (1999), “Moras y Cristianas” (1998, en coautoría), “Abderramán III, El gran califa de al-Andalus” (2001), “El Círculo de los muchachos de blanco” (2001), “Almanzor” (2002), “Walläda La Omeya, La última princesa del esplendor andalusí” (2003), y “Boabdil. Tragedia del último rey de Granada” (2004), todas ellas con varias reediciones, obras que se han convertido en referencia obligada para estudiosos y amantes de la historia de nuestro pasado andalusí, y que cuentan con difusión y traducciones en Alemania, Suiza e Italia. Fue finalista del premio nacional Alfonso X El Sabio de Novela Histórica en su edición de 2002.
Escritor de novela histórica
Por otro lado, el escritor, José Manuel García Marín (Málaga,1954) ha cerrado la mañana hablando sobre la novela histórica desde la perspectiva del autor. Es decir, con que problemas se encuentra, como tiene que documentarse o trasladar y divulgar la historia. Es una visión completamente diferente de la académica, más accesible al lector.
Según García Marín la novela histórica “tiene que utilizar el vehículo de la historia, claro, pero de una forma amena, para que el lector pueda sumergir en ella y no entrar dentro del campo de la erudición. Es decir, no excederse porque sino lo que hacemos es cansar al lector en lugar de contarle una historia”. En opinión del escritor malagueño “el lector, al terminar la novela, debe tener la sensación de que ha aprendido algo pero sin sentirse presionado ni manejar una cantidad de fechas, de lugares…esta es la idea para que sea amena y divulgativa”.
José Manuel García Marín es un apasionado sobre el estudio y la investigación acerca de las claves de al-Ándalus. En el año 2003 publica su primera obra, al-Hamrá, un ensayo sobre el contenido místico y simbólico de la Alhambra. En el año 2005 sale al mercado su novela, Azafrán, de la que se han hecho cinco ediciones más la de bolsillo y en el 2006 se transcribe al sistema braille. En estos momentos prepara otra, sobre la expulsión de los moriscos. Su relato "La lámpara de plata", quedó finalista en el III Certamen de Relato Breve "Gerald Brenan" (2006).
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