El Ayuntamiento de Motril, a través de la concejalía de Inmigración, y en colaboración con la Asociación de Emigrantes españoles retornados de Cornimont y la Asociación de vecinos de “San Cecilio” de la Garnatilla, celebraron el pasado sábado la primera jornada de convivencia para reconocer la figura del emigrante motrileño.
El acto contó con la presencia de la responsable de Inmigración, Teresa Morales, de los tenientes de alcalde de Medio Ambiente y Deportes, Anejos y Turismo, Antonio Escámez y Francisco Villoslada, respectivamente, y de la concejala de Acción Social, Ángeles López Cano, quienes acompañaron a las decenas de familias que acudieron a esta cita memorable.
Teresa Morales fue la encargada de presidir el homenaje, destacando durante su discurso que “este reconocimiento se debe a que, a lo largo del tiempo, mujeres y hombres, españoles en general y motrileños en particular, se han visto en la necesidad de emigrar por cuestiones económicas, laborales, sociales o políticas, llevando nuestra cultura por todo el mundo”.
“Sin duda alguna, la permanencia de los emigrantes fuera de nuestra tierra ha contribuido a un fuerte desarrollo de su identidad y ha consolidado un importante fenómeno asociativo, viniendo a integrar la extensa red de comunidades españolas en todo el mundo, agrupándose en casas, centros, agrupaciones y círculos, particularmente en América, así como, más adelante, en Europa y otros lugares” –indicó la edil.
Durante la jornada, hubo una especial mención a las mujeres que emigraron, casi siempre en el contexto de un traslado familiar, padeciendo la doble jornada de trabajo doméstico y del trabajo fuera de la casa. A la discriminación de género, se unía la vulnerabilidad de la mujer emigrada que estaba fuera de su país. “Son varias las generaciones de mujeres que han vivido la parte más difícil de la emigración o del retorno y para las que el tiempo del cambio social pareciera haber llegado demasiado tarde” –recordó Teresa Morales.
De este modo, el Ayuntamiento de Motril reconoce, por primera, la figura del emigrante motrileño, motivo por el cual, para sus protagonistas, fue un día especialmente emotivo. “Motril debe considerar a su comunidad emigrante como un auténtico capital social: su compromiso con su tierra de origen la convierte en un recurso fundamental para la proyección de nuestro municipio en el exterior”- concluyó la responsable de Inmigración.
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