El alcalde de Motril, Carlos Rojas, junto a la concejala de Acción Social, Ángeles López Cano, ha participado esta mañana en el taller de Lengua de Signos Española, una actividad incluida en la Escuela de Verano 2008, que se dirige tanto a los alumnos de las ludotecas como a los mayores pertenecientes a los distintos Centros de Día Municipales, y que habrá reunido antes de su clausura a casi mil asistentes.
Según ha manifestado Carlos Rojas, “con este proyecto, el Ayuntamiento de Motril materializa un derecho recogido en la nueva Ley de Lengua de Signos y Apoyo a la Comunicación Oral, aprobada el pasado mes de octubre, por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordo-ciegas”.
“La Lengua de Signos –añade el alcalde- es la lengua natural de comunicación de las personas sordas españolas, quienes viven en una sociedad formada mayoritariamente por personas oyentes y con multitud de barreras de comunicación que afectan directamente a este colectivo; de este modo, el objetivo se centra en subsanar esta situación y propiciar su acceso a la información y a la comunicación, teniendo presente su heterogeneidad y las necesidades específicas de cada grupo”.
Por su parte, López Cano ha indicado que la formación es un recurso básico para la integración social. “Cada vez son más las personas que se interesan por la Lengua de Signos y la concejalía de Acción Social ofrece la posibilidad de conocer algunos de sus términos a colectivos que necesitan, por un lado, ampliar sus conocimientos y, por otro, sentirse miembros activos de la comunidad”.
Así, este taller, aspira a que los niños y las personas mayores aprendan a apreciar a la comunidad sorda, fomentando la transmisión de conocimientos y adquiriendo herramientas básicas de comunicación en Lengua de Signos para conseguir interacciones comunicativas satisfactorias.
Para concluir, los responsables municipales han destacado que “este proyecto responde, además, a un claro objetivo de enriquecimiento cultural, a través del trabajo en valores como la tolerancia y la integración, educando para la vejez y fomentando el respeto mutuo entre generaciones”.
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