Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Motril detuvieron el pasado seis de febrero a una mujer por un presunto delito de estafa ya que al parecer esta persona había hecho uso de una tarjeta de crédito que no era suya sacando cierta cantidad de dinero en un cajero de la Caja Rural de Calahonda.
Lo pintoresco del asunto es que tras recibirse denuncia de los hechos, agentes adscritos a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Motril, iniciaron las gestiones con el fin de localizar a los autores del hecho y tras las primeras pesquisas y comprobar las grabaciones de imágenes que sobre el ilícito había en la entidad bancaria de Calahonda donde se había realizado el reintegro del dinero, todo apuntaba a que la persona que había sacado el dinero era la misma denunciante, por lo que por parte del grupo encargado e la investigación se procedió a citar a esa persona para intentar aclarar los hechos, manifestando la denunciante que ella no había usado la tarjeta y que tenía una hermana gemela.
Ante estas circunstancias se detuvo a C.G.V. de 47 años, hermana gemela de la denunciante, quien manifestó que debido a su situación económica había hurtado la tarjeta a su hermana aprovechando un descuido de esta cuando fueron de compras navideñas a un centro comercial de Almería y que esa misma tarde sacó dinero en un cajero automático ya que conocía la clave de la tarjeta de crédito de su hermana.
Con este hecho se pone de manifiesto la conveniencia de no comunicar a nadie el número PIN de las tarjetas ni tenerlos apuntados junto a estas, ya que si el llamado “dinero de plástico” caen en manos ajenas pueden acarrear el reintegro de grandes cantidades de la cuenta a la que está asociada la tarjeta causando graves perjuicios económicos a sus titulares.
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