
Relacionarse con artistas como Lucio Fontana, Wilfredo Lam, Ivos Pacetti, y escultores y ceramistas de la italiana Albisola, provocarán sus primeras incursiones en la investigación artística. Así, Mario Berrino estudiaría varios años la técnica de la acuarela, aguada, carboncillo, encáustica y óleo. Viajero infatigable, sus lienzos reflejan los colores y las emociones vividas en sus experiencias.
Berrino ha expuesto en un importante número de galerías, tanto en Italia como en el extranjero y ha conseguido un sinfín de premios. Socio de varias academias, sus obras figuran en numerosas colecciones públicas y privadas.
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