La subida de la “tarifa de acceso” pone en peligro la viabilidad de infinidad de explotaciones agrícolas y ganaderas de Granada
Se trata del tercer incremento consecutivo del coste de la factura eléctrica para el sector agrario en apenas un año; el primero en enero del 2009, después en julio del 2009 y ahora en enero de 2010. Todo esto sin olvidar el espectacular incremento en la factura eléctrica que supuso la desaparición de las tarifas reguladas, primero en alta y luego en baja tensión.
Las Organizaciones Profesionales Agrarias COAG, ASAJA y UPA consideran inasumible para el sector agrario español el nuevo incremento de tarifas eléctricas de acceso que se ha impuesto por parte del Gobierno a partir del 1 de enero del 2010.
Los agricultores y ganaderos deberán afrontar una nueva tarificación con un sobrecoste que puede rondar el 8 %, lo que unido a la crisis económica que lleva arrastrando el sector en el 2009 supone un varapalo muy importante para las economías de las explotaciones familiares. Desde que se inició el proceso de liberalización del sector eléctrico se ha producido un incremento de las facturas eléctricas que va del 35 al 70%, según los casos.
Hay que recordar que la “tarifa de acceso” es el componente de la tarifa integral que sigue regulado por el Gobierno, que se revisa de forma anual, y que tiene en cuenta el importe del transporte, la distribución, el mantenimiento y otras partidas reguladas.
Otro de los cambios sustanciales a parir del 1 de enero es el incremento desmesurado de penalizaciones en concepto de “energía reactiva”, lo que puede incidir muy negativamente en el coste final de la factura. El Ministerio de Industria, Turismo y Transporte incrementado espectacularmente las penalizaciones por energía reactiva, sin variar las bonificaciones y recayendo los mayores incrementos sobre aquellas instalaciones con un comportamiento más favorables desde el punto de vista de la energía reactiva.
ASAJA, COAG y UPA consideran que esta nueva subida va en dirección contraria a la propuesta realizada en un principio por el Gobierno en las negociaciones abiertas con las organizaciones agrarias.
Esta subida tarifaria pone en peligro incluso la sostenibilidad de nuestra agricultura, y puede suponer una reducción muy severa de cultivos de regadío, poniendo en serio riesgo el futuro de determinadas zonas productivas, y por lo tanto una parte importante de la agricultura española.
Las tres organizaciones representativas del campo consideran que el fuerte encarecimiento de la factura eléctrica supone un duro castigo al esfuerzo inversor de quienes han modernizado las explotaciones para ahorrar agua.
Es importante tener en cuenta la relevancia económica del consumo de electricidad, ya que supone uno de los principales costes de producción de las explotaciones de regadío. Estamos, así pues, ante el tercer incremento consecutivo del coste de la factura eléctrica para el sector agrario en apenas un año; el primero en enero del 2009, después en julio del 2009 y ahora en enero de 2010.
ASAJA, COAG y UPA exigimos que se adopten medidas urgentes para garantizar las mejores condiciones posibles para los usuarios, ya que en una situación de crisis como la actual el sector agrario no puede verse sometido a la presión de unas tarifas inasumibles.
En este sentido solicitamos que se pongan en marcha los mecanismos necesarios, con modificaciones legislativas incluidas, para que las nuevas tarifas no ahoguen más al sector agrícola y ganadero.
Al respecto, el papel crucial que juegan los regadíos y la modernización de los mismos, por su ahorro de agua, debe ser considerado una actuación estratégica que en ningún caso debe llevar aparejada un incremento desproporcionado una vez más del importe de la factura sin incrementar el consumo. Esperamos que el compromiso adquirido por el Presidente del Gobierno en la reunión del pasado 29 de diciembre se pueda materializar lo antes posible.
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