Celebrada por primera vez la fiesta de La Candelaria en Motril

Las juntas de gobierno de la hermandad de ‘La Borriquita’ y de la Hermandad de la Virgen del Carmen (Puerto) organizaron este año, por primera vez, esta tradicional celebración

La fiesta de ‘La Candelaria’ ha tenido una especial celebración, este año, en Motril gracias a la iniciativa adoptada por las juntas de gobierno de la cofradía de Nuestro Padre Jesús en su Triunfal Entrada en Jerusalén y Nuestra Señora del Rosario y de la hermandad de gloria de Nuestra Señora del Carmen, radicada en el puerto motrileño.
La jornada del pasado domingo día 6, que ya ha marcado un hito en el devenir de ambas corporaciones, se inició con el rito y bendición del fuego en la casa de hermandad de Nuestra Señora del Carmen y posterior procesión litúrgica, con velas, hasta el templo parroquial del Varadero; una comitiva en la que se integraron multitud de hermanos, fieles y vecinos; destacando el orden, la presentación de insignias y la asistencia de la totalidad de los miembros de ambas juntas de gobierno, que lucieron los distintivos propios de cada hermandad. La llegada de la procesión litúrgica fue la señal para que se abriesen las puertas del templo, uno de los más singulares ejemplos de la arquitectura religiosa popular motrileña y que en esta ocasión fue incapaz de acoger a la multitud de público que acudió a la convocatoria, atraído además por un hecho histórico y singular: Por primera vez en sus más de cincuenta años, la sagrada imagen de Nuestra Señora del Carmen fue expuesta en besamanos al pie del altar mayor.

El párroco del puerto, Elías Cordón Moya, ofició la Santa Misa en la que intervino el coro parroquial integrado por una veintena de niños y jóvenes; de la misma forma, participaron activamente los miembros de las hermandades organizadoras, bajo la presidencia del hermano mayor, D. Manuel Terrón González y de Margarita Montes Alarcón (hermana mayor del Carmen). Al término de la misa, y como era de esperar, un reguero humano se extendió por toda el templo para guardar riguroso turno de acercamiento a la imagen de la patrona del Mar. Durante el tiempo que duró el besamanos, se sucedieron momentos de intensa y a la vez íntima emoción protagonizada por los vecinos del Varadero (muchos mayores nunca habían tenido la oportunidad de hacer realidad esa muestra de cariño y respeto hacia la pequeña imagen mariana), al tiempo que muchos niños pequeños fueron presentados a la Virgen del Carmen.
Pero la celebración no quedó ahí. A pesar de la aún lejanía de la Cuaresma, la convocatoria se convirtió en el gran acto de arranque, adelantado, de la misma. La mañana se envolvió de sones cofrades y el público abarrotó la céntrica plaza del Puerto para escuchar a la banda de cornetas y tambores ‘Nuestra Señora del Rosario’, perteneciente a la misma hermandad de la Borriquita; actuación tras la que, de manera novedosa, se procedió al reparto de rosquillas de pan.