Todos los miembros que formamos la Agrupación Andalucista Motrileña deseamos mostrar nuestras condolencias a la familia de este hombre comprometido con los problemas que está padeciendo una buena parte de la ciudadanía. No deseamos entrar en reproches sobre si esta muerte se podría haber evitado y si la entidad bancaria es responsable. No es el momento ni es oportuno debido al dolor de una familia, ni es consecuente que sea un grupo político el opine al respecto sin tener toda la información. Pero si queremos hacer hincapié en la labor tan acertada que está llevando a cabo la plataforma Stop Desahucios, y que intenta trabajar y ayudar manteniéndose al margen de lo estrictamente político.
Pero
lo que sí queremos los Andalucistas es denunciar la tremenda putrefacción que
está mostrando el Sistema Económico Financiero general que rige los mercados
Internacionales y, cómo no, el Español. Sistema económico que pasa como un
rodillo por encima de la ciudadanía dejándola inmóvil e indefensa.
Cuando
una persona toma la decisión de poner fin a su vida por no poder soportar los
créditos pendientes, por poder perder su vivienda, por su vergüenza personal y
familiar, no se trata sólo de que no ha encontrado soluciones para poder
afrontarlo, sino que todo nuestro sistema social y democrático ha fallado al
completo. Mientras un ciudadano desempleado es acosado por las entidades
financieras cuando deja de poder pagar sus cuotas pendientes y se le aplican
intereses abusivos, no se trata de igual manera a esas mismas entidades cuando
se encuentran en apuros.
Los
Andalucistas nos cuestionamos cuál habría sido el coste de rescatar y salvar
las hipotecas de los ciudadanos Españoles en apuros y “nacionalizarlas”, en
lugar de salvar a todas las entidades bancarias que estaban en quiebra técnica
debido a su gestión y malas prácticas. Quizás habría sido más económico y mejor
socialmente que la medida adoptada finalmente por el Gobierno de la nación.
Salvar a todas estas entidades que presentaban tremendos agujeros económicos se
ha hecho con dinero de todos los ciudadanos. Sin embargo, ese mismo trato no se
tiene con las personas de a pie que sufren en sus carnes los rigores de una
crisis económica, que más bien debería llamarse crisis del actual modelo social
y democrático. Al final, el poder siempre es intocable y para el poder se
legisla. Un banco no puede caer ni se pude investigar, hay que salvarlo pase lo
que pase y sin preguntar por qué.
Pero
el momento de atar cabos va llegando, y una mañana nos levantamos y nos
enteramos de que “Nova Caixa Galicia”, entidad a la que se inyectó la nada
despreciable cifra de 9.000 millones de euros procedentes del Fondo de Rescate
Bancario (dinero público), se vende a un empresario Venezolano por apenas 1.000
millones de euros . La pregunta que se suscita es quién afronta el pago de los
8.000 millones que no cuadran en la operación. Más tarde, nos enteramos de que
“Catalunya Bank”, entidad a la que se inyectó más de 13.000 millones de euros
del citado Plan de Rescate, se vende al BBVA por menos de 1.000 millones. De
nuevo se suscita la dichosa pregunta, qué sucede con los más de 12.000 millones
de euros aportados de dinero público...
Recordemos
que desde el Gobierno de la nación se nos prometió que no se aportaría ni un
solo euro de dinero público a la banca. Posteriormente, La Unión Europea
dispuso y el Presidente rectifica diciendo que el Estado Español asumiría el
préstamo concedido por la UE para salvar las entidades, pero éstas tendrán que
devolverlo. Tristemente seguiremos enterándonos cómo todos los ciudadanos, sus
hijos, sus nietos, etc, tendrán que afrontar los desmanes cometidos en la banca
Española.
Por
otro lado, el Banco Central Europeo prestando dinero a todos los bancos
europeos al 1%, para que lo presten a los Estados al 3 ó 4% y para arreglar sus
balances. Qué es lo que llega al ciudadano
de todo esto... muy claro, deuda pública.
Así
mismo, esa Unión Europea que basa uno de sus pilares en la libre circulación de
capitales, para que se puedan mover “libremente” y sin control para algunos,
acabando en paraísos fiscales con poco o ningún filtro y mucha opacidad, y
permitidos dentro del territorio físico de la Unión.
Pero
qué triste realidad, en ciertos sectores se intenta vender que ya estamos mucho
mejor, que fluye el crédito, que el desempleo disminuye, etc... Pero mientras,
para casi todos, los derechos sociales disminuyen, aumenta la pobreza y la malnutrición infantil
y se reducen cada vez más los salarios. Por lo menos, hay cosas que suben, como
los intereses bancarios, las comisiones bancarias, el recibo de la luz, del
agua, de los alimentos básicos.
Pero,
para esto hemos quedado, para soportar estoicamente la vergüenza interior que
nos debe producir una muerte debida a este problema social. Y mientras, el rico
y poderoso no paga, se le ayuda cuando tiene problemas, rige el destino social
y económico de la Sociedad, se aprovecha del Sistema y encima de todo, para él
se legisla.
Sin
querer seguir escribiendo sobre este mal endémico que padecemos, que no hemos
conseguido atajar, ni modificar siquiera en la situación social y económica tan
terrible por la que estamos atravesando, lo que pretendemos con estas palabras
es mostrar la tristeza que nos inunda cada vez que nos enteramos de que un
vecino, un amigo, un conocido más o menos cercano, o un completo desconocido
pero un ser humano a final de cuentas, ha decidido poner fin a su vida por no
ser capaz de soportar la presión de no afrontar el pago de su hipoteca, de la
factura de luz, de agua, etc.
Desde
el Partido Andalucista Motrileño queremos alabar la inconmensurable labor que
desarrolla Stop Desahucios, unirnos a su dolor y decirles que su voz se
escucha. Pensemos que Gustavo podría haber sido cualquier persona cercana a
cada uno de nosotros... Descansa en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario