Ya no es solo la suciedad, que también --papeleras a rebosar durante días, desperdicios amontonados, cristales rotos...--, además, parte del mobiliario roto, destrozado y, en muchas ocasiones, inexistente por completo con la consiguiente inseguridad que esto provoca y que podría acabar en más de un lamentable accidente.
Es lo que ocurre, por citar uno, en los jardines instalados al lado del inicio de la Rambla de las Brujas. Las vallas de madera que deberían proteger a las personas que pasean por allí, hace tiempo que no están. Con lo cual la probabilidad de que el paseo acabe en susto es bastante alta.
Más de lo mismo si hablamos del Parque de las Provincias, en la Rambla de los Álamos, una de las zonas verdes más grandes que tenemos en la ciudad. Su descuido y desatención es directamente proporcional a su tamaño. La rambla, a su paso por el parque, se convirtió hace tiempo en un vertedero en el que podemos encontrar prácticamente de todo. Lo mismo ocurre en todas las zonas de césped, convertidas en una especie de campo de minas donde la posibilidad de no pisar nada se reduce a cero.
Si hablamos del Parque de los Pueblos de América, la pregunta es sencilla: ¿de qué nos sirve tener un parque abierto las 24 horas si durante la noche es todo un ejercicio de valentía adentrarse en él?
No hay luz, por lo que todo el paseo de la zona superior hay que hacerlo a oscuras; los únicos puntos de luz se encuentran abajo, cerca de la zona de columpios. También, como en los casos anteriores, el mobiliario esta deteriorado, roto o inservible y la suciedad se extiende por todas partes. El aparcabicis, estuvo una semana arrancado de su sitio y tirado en el río, los columpios destrozados, restos de comida y botellas en la zona de patinaje, olla de skate completamente inutilizable, Centro Joven obsoleto y desaprovechado... Y así hasta todo lo que podamos imaginar.
Para Christian Linares, concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Motril, “el Parque de los Pueblos de América necesita una remodelación urgente que piden a gritos los vecinos y vecinas de la zona, los turistas y el conjunto de motrileños que usan sus instalaciones y que ven como, poco a poco, el parque se abandona a su suerte”. “Este parque tiene muchísimas ventajas por su ubicación y por su idoneidad para ser dinamizado con diferentes actividades, tanto lúdicas como culturales y deportivas. Sin embargo, se deja de lado”.
Algunas de estas reclamaciones son:
-Mayor control de la limpieza.
-Instalación de pipicanes los jardines con mayor afluencia de mascotas.
-Mejora de la iluminación.
-Dinamización de los parques a través de actividades de diferente índole, repartidos a lo largo del año y rotando por los diferentes barrios de nuestra ciudad.
Para Linares “también es necesario un ejercicio de conciencia y autocrítica. Tenemos que ser conscientes de lo que tenemos y de lo que provocamos al ensuciar y romper el mobiliario urbano de nuestros parques y jardines. No podemos dejar de reclamar una actitud cívica por parte de todos los usuarios de estos lugares que pretendemos que sean mejores de lo que son”.
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