En la tarde de ayer, 9 de mayo, un vertido lechoso
alcanzó Playa Granada sin que
se conozca aún su autoría. Posiblemente se trate de
un vertido procedente de la
limpieza de algún vehículo de transporte o de
alguna actividad ligada a la
construcción. Este tipo de vertidos se producen
todos los años y alcanzan la costa
a través de la red de acequias, quedando, la
mayoría de las veces, impunes.
Para la asociación esta situación dista mucha de
ser un hecho puntual y, por el
contrario, tiene que ver con el descontrol que
afecta al medio natural en la Costa
de Granada. Este vertido es especialmente
escandaloso ya que no solo produce
un daño ambiental a los cauces y la costa sino que
además daña la imagen
turística de una de las playas que acaba de recibir
la bandera azul en base a su
calidad ambiental.
La asociación Buxus lleva varios años denunciando
los vertidos procedentes tanto
de las actividades y construcciones ilegales como
de la limpieza de vehículos de
transporte que se realizan impunemente en nuestra
comarca y exige que de una
vez por todas se persiga a los autores de estas
acciones.
A juicio de la asociación, buena parte de la
responsabilidad recae en la
disminución del número de agentes ambientales que
ha afectado a la plantilla de
la Consejería de Medio Ambiente: de los 1121
agentes que patrullaban el medio
natural andaluz en 2005 hoy apenas quedan 853: 268
menos. Esta reducción de
casi el 24% de los efectivos ha ido acompañada
además de un incremento de las
tareas burocráticas y de la asunción de más
competencias. Así, si en 2005 estos
agentes tenían como principal función la vigilancia
del medio natural, hoy se
dedican mayoritariamente a gestionar permisos y
solicitudes: talleres, industrias,
obras de construcción urbanas y rurales, vigilancia
de las costas y de los cauces
públicos. Muchas más competencias con menos
agentes; la consecuencia de todo
esto es el abandono de la vigilancia del medio
natural.
Si esto ya es grave, la situación en la Costa de
Granada es especialmente
delicada ya que a la escasez de medios y personal
se suma la desprotección
general del territorio: apenas el 9% de su
superficie. Solo 12 agentes para cubrir
toda la vertiente sur desde Almería a Málaga de las
sierras de la Contraviesa,
Lújar, Chaparral y Tejeda, más todo el litoral
granadino, incluido las áreas marinas
protegidas (una milla náutica). En el área de
Sierra Nevada y Tejeda- Almijara el
La consecuencia de todo ello es la situación de
descontrol que sufren las acciones
que degradan nuestro medio ambiente; la caza
furtiva no solo afecta ya al medio
rural sino que se ha disparado en los espacios
naturales: cuatro casos
contrastados en lo que va de año solo en el Paraje
Natural de Maro-Cerro Gordo,
por ejemplo; monterías en los montes públicos,
pesca en los parajes protegidos,
expolio de especies de flora y fauna catalogadas,
caza furtiva, incendios
forestales, alteración de los hábitats o vertidos
como el denunciado. Agresiones
cometidas a nuestro patrimonio natural y, en
especial, a las generaciones futuras,
a las que se les está privando de su derecho al
disfrute y aprovechamiento
sostenible de estos recursos.
Por ello solicitamos a los ayuntamientos costeros
que asuman su responsabilidad
en la vigilancia y control de las actividades
ilegales y a la Consejería de Medio
Ambiente y Ordenación del Territorio que se
incremente el número de agentes de
medio ambiente en número suficiente para
salvaguardar nuestro patrimonio
natural y que puedan dedicarse a vigilar y
controlar nuestros espacios naturales.
Asimismo solicitamos de nuevo la protección de las
Sierras de Lújar y Contraviesa
así como el control efectivo de las actuaciones en
los espacios protegidos de la
Sierra de Castell de Ferro (ES6140011) y
Acantilados y Fondos marinos
Calahonda-Castell de Ferro (ES6140014) tal como
nuestra asociación solicitó en
la reunión celebrada el pasado 12 de abril en el
Ayuntamiento de Gualchos-Castell
de Ferro.
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