Izquierda Unida denuncia el incumplimiento del Acuerdo
plenario para la aplicación de incentivos o bonificaciones a los comerciantes
de la calle Ancha que han visto reducida su actividad y los ingresos de sus
negocios con motivo de las obras de la calle Ancha.
Critica que las obras se están llevando a cabo sin contar con
los vecinos, que carecen de la información necesaria sobre su ejecución y los
plazos de finalización.
Las señas de identidad del gobierno municipal de Flor Almón
con su socio Antonio Escámez pueden resumirse en dos: por un lado, los
reiterados incumplimientos de los compromisos adquiridos con los vecinos,
vecinas y comerciantes de Motril. Y por otro el desinterés y la desidia en la
gestión de los asuntos municipales.
Son decenas las iniciativas aprobadas por el Pleno Municipal
que Almón y su equipo tienen enterradas en los cajones, entre ellas la
aplicación de compensaciones o bonificaciones a los negocios de la calle Ancha
afectados por las obras que desde el mes de junio se vienen llevando a cabo,
unas obras que están paralizando la actividad comercial del barrio y afectando
seriamente a la convivencia ciudadana.
Así lo ha denunciado Daniela Paqué, tras reunirse con vecinos
y comerciantes del barrio. La portavoz de Izquierda Unida ha manifestado que en
obras de estas características las molestias pueden considerarse inevitables,
pero los perjuicios que se ocasionan pueden compensarse. Algo que no está
haciendo el gobierno municipal.
Desde el mes de septiembre, fecha en la que el Pleno de la
Corporación aprobó a propuesta de Izquierda Unida el inicio de los trámites para establecer
compensaciones a los vecinos y a los negocios afectados por el desarrollo de
las obras, el gobierno de Flor Almón no ha movido un solo papel para que estas
ayudas y compensaciones puedan hacerse efectivas. Y en cualquier caso, no se
están llevando a cabo.
Así se lo han
trasladado comerciantes del barrio a las representantes de Izquierda Unida que
han visitado esta mañana alguno de los comercios afectados y han dialogado con
los vecinos y vecinas del barrio.
Daniela Paqué ha criticado la gestión en la dirección de las
obras que, a su juicio, no han contado con el número de trabajadores necesarios
en todo momento para acortar sus plazos de realización y, además, se están
llevando a cabo a espaldas de los vecinos, que carecen de información de los
responsables municipales, lo que da lugar a la extensión de rumores y
suposiciones.
La portavoz municipal de Izquierda Unida ha lamentado que la
alcaldesa utilice cualquier escenario como plató para sus reportajes
fotográficos y entienda que la actividad política municipal consiste en dar
abrazos y achuchones por doquier a quien se encuentra por las calles, en
referencia a la sesión fotográfica que el pasado viernes se realizó durante su
difícil recorrido por las obras de la calle.
Dada su trayectoria al frente del Ayuntamiento de Motril
durante estos tres últimos y largos años no sería de extrañar que, en la recta
final de su mandato, los servicios municipales construyan diversos decorados en
diferentes lugares de la ciudad para dar mejor respuesta a las ansias
fotográficas de la señora Alcaldesa y de sus socios de gobierno, ha ironizado
la edil de IU.
Daniela Paqué ha reprochado al gobierno local de Motril que
lleve meses en “modo electoral” lanzando anuncios de proyectos diversos y
promesas de todo tipo que se llevarán a cabo de forma inminente, enseguida.
Unos anuncios siempre conjugados en futuro en los que nunca se hacen referencia
a plazos concretos para su realización. En vez de trabajar y remangarse para
hacer una ciudad mejor, se dedican a actividades propagandísticas y de
autobombo, tomando por tontos a los vecinos y vecinas de Motril
Para Daniela Paqué, Antonio Escámez, se ha especializado en
lanzar estos anuncios, en referencia a su promesa de abrir el solar donde se
ubicaba la antigua estación de autobuses para que los vecinos y vecinas puedan
aparcar allí sus vehículos. Una intención que, si fuera cierta, ya se habría
llevado a cabo desde el principio de las obras, hace siete meses, y no ahora cuando quedan, según se prevé,
tres meses para su finalización. Una curiosa solución, ha subrayado la portavoz de Izquierda Unida.
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