Un macroproyecto de
investigación desarrollado durante dos años por entidades con inquietud por la
conservación medioambiental constata el declive de la ranita meridional en el
sureste peninsular. La Charca de Suárez se confirma como el mayor enclave de
este anfibio en su límite occidental.
Aisladas, mermadas e, incluso,
probablemente extintas, así se encuentran las poblaciones de ranita meridional
(Hyla meridionalis) en el sureste español. Esta es la principal conclusión del proyecto
de investigación que, durante dos años, han desarrollado 130 voluntarios de 17
entidades en nueve provincias y siete comunidades/ciudades autónomas y
regiones, de dos países diferentes (España y Marruecos), entre los que se
encuentra la Asociación Buxus y la Charca de Suarez.
Pese a la magnitud del
proyecto, el trabajo se ha desarrollado exclusivamente con los medios
personales y recursos de estos colectivos no gubernamentales y centros
educativos dedicados al estudio, la conservación y la divulgación ecológica, un
auténtico proyecto de ciencia ciudadana que ha pretendido dar luz allí donde
las Administraciones no han llegado.
Todo comenzó en 2016, cuando
algunos de los voluntarios de estas entidades constataron que el silencio se
había apoderado de algunas de las charcas donde, unos años atrás, podía
escucharse el estruendo de los coros de machos cantores de nuestra especie. El
intercambio de esta información entre diferentes colectivos hizo saltar la voz
de alarma, ya que la mencionada situación se estaba reproduciendo en varias
provincias.
La ranita meridional es una
de las dos únicas especies de ranita arborícola de la Península y su estado
de protección actual es el de Especie Silvestre en Régimen de Protección Especial,
lo que conlleva la necesidad de llevar a cabo periódicamente una evaluación de
su estado de conservación que, sin embargo, no se había realizado hasta 2016.
Sin embargo, el primer muestreo solo lo era en términos exploratorios, debiendo
multiplicar los muestreos dentro y entre nuevos años, así como en un mayor
número de zonas, para acabar por confirmar las pésimas sospechas barajadas
inicialmente.
Y así surgió el proyecto “Hyla
del Sureste”, el cual se estructuró en dos fases complementarias durante los
años 2018 y 2019, finalizando hace pocos meses. Para una completa información
del mismo, puede descargarse su informe final desde https://proyecto-hyla-del-sureste.cms.webnode.es/informe-final/.
En primer lugar, se realizó un
censo mensual durante todo un ciclo anual en cada una de las localidades del
sureste ibérico y regiones cercanas donde se tenía constancia de la presencia
de coros en Almería, Granada, Málaga, Nador, Ceuta y Gran Canaria. En ellas se
desarrollaron 258 horas de muestreo intensivo. Esta primera fase permitió
identificar el periodo comprendido entre los meses de febrero y julio como el
de mayor actividad de los coros nupciales, aunque influenciado por variables
como la altitud o la disponibilidad de agua, las cuales determinaban la
duración y temporización de los ciclos biológicos del anfibio.
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