La Autoridad Portuaria de Motril ha llevado a cabo la demolición de las
antiguas casetas de pescadores, que han pasado a integrarse bajo la pasarela
construida para la conexión de las dársenas de Azucenas e Interior. Tras
esta actuación aún quedarán en pie tres naves colindantes con la actual
comisaría de la Policía Nacional, que serán derribadas cuando se integren
como actividades propias del sector pesquero en la futura lonja. Unas
instalaciones que, según reconoce el presidente del Puerto, José García
Fuentes, “van a ser más modernas y funcionales, además de abrirse para
que la sociedad tenga un mayor conocimiento de lo que el sector representa
para la economía local y provincial”.
La demolición y el reciente traslado a las nuevas casetas y la
construcción de la pasarela entre las dos terminales de pasajeros, vehículos
y mercancías forman parte de un único proyecto que estará concluido el
próximo mes de septiembre. Con su puesta en servicio, los controles de
inspección van a quedar unificados en una sola instalación.
Las obras de apertura al barrio de Varadero, incluidas como parte del
Plan Director de Infraestructuras, continuarán próximamente con el derribo
del edificio que ocupan los estibadores, una vez resuelto el traslado de las
oficinas que ahora alberga.
“La práctica totalidad de los terrenos resultantes quedarán integrados
en la ciudad, pasando a formar parte del paseo marítimo que se construirá
para el barrio de Varadero, favoreciendo con ello la imagen de la fachada
litoral”, ha indicado el presidente de la Autoridad Portuaria, José García
Fuentes.
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