Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Granada concluyeron sobre las 11.30 horas de hoy las autopsias practicadas a los cadáveres de los seis fallecidos en el accidente de la Autovía del Mediterráneo a su paso por Granada, tras poner fin a la fase de identificación mediante dactiloscopia y fichas dentales de los finados, que perdieron la vida por "caída, precipitación y aplastamiento, según los casos".
En declaraciones a los periodistas, el director general de Medicina Legal, Albero Jiménez, y la directora del Instituto de Medicina Legal de Granada, María Dolores Calvo Navarro, precisaron que las "disecciones anatómicas" dieron comienzo a las 8.00 horas y concluyeron que "la causa principal de las muertes es shock hipogolémico y traumático generado por politraumatismo intenso y shock cardiogénico general", además de señalar que las lesiones sufridas por los finados eran "mortales de necesidad".
Asimismo, Jiménez destacó el buen funcionamiento del protocolo de actuación de "grandes catástrofes" puesto en marcha tras el accidente y resaltó el trabajo del "grupo de voluntarios que colaboró en la atención a las víctimas y el equipo de psicólogos que ha estado dispuesto toda la noche por si venían los familiares".
En este sentido, afirmó que se pondrán "todos los medios necesarios a disposición de las familias para que este trance sea lo menos doloroso posible" y agregó que se está intentado "averiguar si las familias se van a trasladar hasta aquí o van a esperar a la repatriación de los cuerpos".
En cuanto al traslado de los cadáveres, señaló que en las próximas horas se procederá a la realización de las correspondientes prácticas tanatológicas de embalsamamiento y preparación de los cuerpos para posteriormente ser trasladados, probablemente hoy.
"A lo largo de hoy y en todo caso mañana concretaremos la situación de los familiares", según agregó Jiménez, mientras que la delegada provincial de Justicia, Begoña Álvarez, concretó que "se ha establecido contacto con tres de las cinco familias de los trabajadores portugueses, que son naturales de Paredes, una localidad del norte de Portugal", aunque insistió en que "no se sabe si van a venir o no".
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