El secretario provincial de COAG Granada, Emilio Rodríguez, ha alertado sobre el efecto devastador de la plaga de langosta que está arrasando miles de hectáreas de almendro y olivar en el municipio de Huéscar.
La organización profesional agraria, COAG Granada, ha alertado sobre los efectos devastadores de la plaga de langosta que arrasa desde hace varias semanas más de 17.000 hectáreas de almendro, en periodo de fructificación, y olivar en la comarca de Huéscar. La langosta es un insecto que devora con gran rapidez las hojas de los árboles y tiene una alta capacidad de reproducción, suponiendo un grave peligro para los cultivos arbóreos.
Desde hace dos semanas, la Administración ha procedido a la fumigación de los cultivos con la intención de controlar la plaga, pero el tratamiento aéreo resulta insuficiente ya que no se está aplicando en zonas cercanas a explotaciones dedicadas a cultivos ecológicos, con gran implantación en esta comarca.
En total, se calcula que unas 15.000 hectáreas de almendro y olivar podrían quedar sin fumigar al encontrarse en las inmediaciones de parcelas dedicadas a la producción ecológica, y por tanto, exentas del contacto con plaguicidas.
La organización profesional agraria COAG Granada se reunirá el próximo miércoles con el Delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Granada, Rafael Gómez, para valorar la situación y solicitar que continúen la labores de fumigación aérea en las explotaciones afectadas y se dote a los agricultores del producto necesario para fumigar de manera localizada en aquellas zonas donde no se pueda utilizar el método aéreo debido a la cercanía de cultivos ecológicos,.
De esta manera, COAG Granada atiende las demandas de los agricultores oscenses que se encuentran muy preocupados por la rápida propagación de esta plaga que está acabando con sus cultivos en plena producción. Además de la reunión con Agricultura, COAG Granada espera reunirse con la delegada de Medio Ambiente para abordar los efectos de esta plaga y los tratamientos más adecuados para combatirla, sin que corran peligro los cultivos ecológicos.
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