30/7/07

Científicos determinan cuáles son las mejores condiciones para la reforestación mediante el estudio de especies leñosas en Sierra Nevada


Un grupo de investigadores del Departamento de Ecología de la Universidad de Granada ha determinado cuáles son las condiciones idóneas para llevar a cabo programas de restauración forestal en zonas afectadas por la sequía o por los efectos de los incendios forestales, en un trabajo pionero que ha tenido como escenario el Parque Nacional de Sierra Nevada. Su investigación ha esclarecido el conjunto de variables físicas (disponibilidad hídrica y lumínica entre otras) necesarias para la regeneración de las especies que forman nuestros bosques.
El trabajo “Mecanismos y procesos implicados en la regeneración del bosque mediterráneo en respuesta a la heterogeneidad ambiental: desde la fisiología hasta la demografía” ha sido elaborado por José Luis Quero Pérez, y dirigido por los profesores Regino Zamora Rodríguez y Rafael Villar Montero. La utilidad de dicho estudio es especialmente importante si se tiene en cuenta que los modelos de cambio climático predicen para mediados del siglo XXI una reducción del 20% en la precipitación dentro de las zonas mediterráneas, una situación que podría colapsar en un futuro próximo la regeneración de las especies que forman nuestros bosques.
“Dentro del ciclo regenerativo de un árbol mediterráneo, las fases de semilla, plántula y juvenil son muy vulnerables ante situaciones de estrés como la sequía, la falta de de luz, o perturbaciones como la herbivoría”, apunta el investigador de la UGR. La ausencia de lluvias y el aumento de la frecuencia de veranos especialmente secos en nuestras latitudes han agravado las condiciones extremas que deben soportar las plantas. Por este motivo, su trabajo ha explorado las respuestas de las plantas ante diferentes escenarios de estrés, ya que el conocimiento de los mecanismos y procesos subyacentes es fundamental para evitar el colapso del ciclo regenerativo de las principales especies que conforman los bosques.

En Sierra Nevada
Quero Pérez ha realizado estudios de ecología espacial en el Parque Nacional de Sierra Nevada demostrando que, tras el verano, las plántulas (plantitas recién nacidas provenientes de semillas que aún conservan sus cotiledones) y juveniles se agregan en el espacio en parches de supervivencia que pueden ser caracterizados en base a un conjunto de variables físicas, como la disponibilidad hídrica y lumínica.
Además, este trabajo ha demostrado que existen características de las especies vegetales que les confieren independencia ante situaciones de estrés, tales como el tamaño de la semilla. Así, “la semilla representa la cantidad de reserva de la que dispone un embrión para comenzar sus primeros pasos. Si en su desarrollo, la planta se encuentra con diferentes riesgos potenciales, la semilla jugará un papel crucial para superarlos”. La investigación realizada en la UGR ha demostrado que las plantas que crecen bajo condiciones de estrés son más dependientes de sus reservas que el resto.
Por último, se ha observado cómo durante las primeras fases del ciclo regenerativo, el lugar donde una especie se desarrolla es sometido a diferentes filtros ecológicos (como la sequía o la herbivoría) que van relegando a los juveniles a determinados micro-hábitats donde pueden sobrevivir a largo plazo y alcanzar por tanto la fase de adulto, cerrando así el ciclo de un árbol.
La gestión forestal podrá emplear los resultados de este trabajo en programas de restauración ecológica, imitando los hechos que se observan en la naturaleza -por ejemplo, realizando siembras en las que se seleccionen semillas más grandes y en microhábitats que aseguren la supervivencia de la especie a largo plazo, como los matorrales no palatables evitadores del déficit hídrico, del exceso de luz y de la herbivoría-.
Parte de los resultados obtenidos en esta investigación han sido publicados en las revistas científicas New Phytologist, Basic and Applied Ecology, American Journal of Botany o Ecosistemas.

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