La práctica deportiva y el consumo de tabaco están directamente relacionados, según ha puesto de manifiesto un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada, el CSIC, las Universidades de Murcia, Zaragoza y Cantabria, y el Colegio Nuestra Señora de la Consolación de Granada. Este trabajo ha demostrado que los adolescentes españoles que practican deporte no fuman habitualmente (8 de cada 10), y que más del 40% de los jóvenes de entre 13 y 18 años no practica ninguna actividad física.
El artículo “Incremento del consumo de tabaco y disminución del nivel de práctica de actividad física en adolescentes españoles. Estudio AVENA”, publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, ha analizado la relación entre tabaco y deporte en una muestra de cerca de 3.000 adolescentes de Granada, Madrid, Murcia, Santander y Zaragoza escolarizados, a quienes se aplicó un cuestionario para conocer sus hábitos al respecto.
Según se desprende de esta investigación, en la que han participado los profesores de la UGR Pablo Tercedor, Palma Chillón, y Manuel Delgado, el 59,2% de los adolescentes son activos físicamente, si bien existen diferencias significativas en función del sexo (71,1% de chicos frente al 46,7% de chicas). Estos porcentajes coinciden con otros estudios similares realizados en Estados Unidos, aunque se muestran por debajo de los obtenidos en Francia (donde el 75% de los varones practican deporte, frente al 58% de mujeres).
Las chicas fuman más
En cuanto al consumo de tabaco, la encuesta ha revelado que el 15% de los adolescentes son fumadores habituales, ligeramente más las chicas que los chicos. Existe una clara correlación entre la práctica de actividad física y el consumo de tabaco, ya que un 80,9 por ciento de los sujetos activos dicen no fumar, frente al 71,4% de los no activos.
A juicio de los científicos, estos resultados muestran la importancia de adoptar medidas para promocionar la práctica de actividad física a la vez que erradicar el consumo de tabaco, ya que se ha demostrado cómo la actividad física, la dieta y el consumo de tabaco y alcohol están asociados con el desarrollo de la obesidad, diabetes, enfermedad coronaria, osteoporosis y cáncer. Mientras los niveles de práctica de actividad física en los adolescentes disminuyen conforme aumenta la edad, el consumo de tabaco se ve incrementado, lo que muestra la importancia de adoptar estrategias de intervención sobre ambas conductas.
Este trabajo ha analizado también las actitudes y motivaciones que animan hacia el consumo del tabaco entre los jóvenes, encontrándose entre ellas la utilización de esta sustancia tóxica como un mecanismo de control del peso corporal, como un método para “calmar los nervios”, como una curiosidad o bien como “un deseo de sentirse mayor”, entre otras.
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