Juan Manuel Jiménez alerta que mientras la mayoría de bares, cafeterías y restaurantes respetan y adecúan sus terrazas a la normativa, hay otros que no la cumplen, perjudicando a los peatones y creando situaciones de inseguridad
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Motril ha reclamado al Gobierno del PP que vele, con todos los medios disponibles, por el cumplimiento de la ordenanza que regula la instalación de terrazas en espacios públicos. El concejal socialista Juan Manuel Jiménez Sánchez ha pedido que se controle la instalación y funcionamiento de dichas terrazas “sin perjudicar a quienes las solicitan y a quienes las disfrutan pero garantizando el derecho de los ciudadanos de usar sin trabas las aceras y circular seguros por la ciudad”.
Jiménez ha indicado que durante la época estival es habitual que los negocios hosteleros, bares y restaurantes, coloquen sillas y mesas en lugares públicos, para lo cual pagan sus tasas al Ayuntamiento. El edil socialista ha asegurado que mientras la mayoría respetan y adecúan sus terrazas a la normativa, hay otros que no la cumplen, perjudicando a los peatones y creando situaciones de inseguridad.
“Esta serie de irregularidades, que afortunadamente no son muchas porque los dueños de los negocios son responsables y saben también que una mala imagen perjudica a nuestro turismo, deben ser perseguidas, avisadas y, si persisten, sancionadas. Han sido los propios ciudadanos quienes nos han trasladado sus quejas. Ahora las trasladamos al Gobierno del PP para que tome nota y actúe, como es su obligación”.
“El verano invita a estar en la calle disfrutar del buen tiempo, reunirse con amigos, familiares en torno a la mesa de alguna terraza. Por eso, muchísimos negocios de hostelería solicitan permiso para ocupar la vía pública. Es una buena oportunidad económica para estas empresas porque las terrazas tienen gran éxito de clientes y todas suelen estar llenas a ciertas horas”, ha explicado Jiménez.
“El reto, por lo que debe velar el Gobierno municipal es que sean compatibles los derechos de los propietarios de los bares, cafeterías y restaurantes a hacer negocio y, por tanto, aportar riqueza y empleo a la ciudad, con el de los ciudadanos de disfrutar la vía pública sin obstáculos y barreras. No puede ocurrir, por ejemplo, que una madre con el carricoche de su bebe tenga que abandonar la acera y bajarse a la calzada para poder continuar por su camino”, ha concluido Jiménez.
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