La investigación premiada permite mejorar el control de la
hiperglucemia de estrés en el paciente crítico
El equipo de profesionales de la Unidad de Cuidados Críticos
del Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada desarrolla un proyecto para
garantizar la seguridad en el paciente y aumentar la fiabilidad de los métodos
de determinación de glucosa en sangre (glucemia) en los pacientes
hospitalizados en situación crítica.
Este proyecto, que ha sido presentado en la IV Jornada
organizada por el Colegio de Enfermería de Granada, con el título:
`Monitorización glucémica en el paciente crítico en situación de shock y soporte
vasopresor. Fiabilidad de la determinación glucémica capilar´, ha obtenido el
primer premio a la mejor comunicación.
Elaborado por un equipo multidisciplinar constituido por
médicos especialistas en medicina intensiva, enfermeras y técnicos auxiliares
de enfermería, el proyecto cuenta con la aprobación para su desarrollo por el
Comité de Ética de la Investigación de la provincia de Granada.
El estudio preliminar que dio pie a este proyecto obtuvo así
mismo el primer premio a la mejor comunicación en las IV Jornadas de Otoño
SAECC y I Jornadas de la Federación Andaluza de Sociedades y Asociaciones
Enfermeras (FASAEN), celebrado en diciembre de 2014 en Málaga. En esta ocasión,
se han ampliado las variables de estudio y se ha centrado en el paciente crítico
en situación de shock, dado que se ha evidenciado que en estos pacientes la
hiperglucemia de estrés y un manejo inadecuado de ésta tiene un impacto
negativo sobre la evolución de estos pacientes aumentando la morbimortalidad.
Monitorización de pacientes críticos
La monitorización de la glucemia capilar es una técnica
habitual en las Unidades de Cuidados Intensivos. La razón fundamental son los
desequilibrios que se producen en las cifras de glucosa en el paciente crítico,
tanto por encima como por debajo del nivel normal en sangre.
Valores extremos de glucosa en sangre, fuera del rango de la
normalidad de forma mantenida así como una variabilidad de ésta (hiperglucemia
e hipoglucemia) durante la fase de estrés de la enfermedad, tienen un efecto
muy negativo para el paciente crítico ya que se ha demostrado una estrecha
relación de ésta con un incremento importante en la morbimortalidad, estancia
hospitalaria y costes socio-sanitarios, entre otros. Si además se añade una
situación de shock las complicaciones aumentan de manera sustancial.
Todo ello hace que en muchas ocasiones sea necesario
realizar una monitorización estricta de la glucemia y una terapia intensiva
mediante insulina rápida intravenosa en las unidades de Cuidados Intensivos.
Los protocolos hospitalarios para la medición de los niveles
de glucosa en sangre y la terapia con insulina, están basados en su gran
mayoría, en las determinaciones de la glucemia capilar mediante la técnica de
punción sobre las yemas de los dedos. No obstante, el profesional de Enfermería
de Cuidados Intensivos en su práctica asistencial diaria se encuentra con
numerosas situaciones patológicas asociadas en el paciente críticamente enfermo
que pueden dificultar en gran medida la realización de la punción o que su resultado
sea poco fiable, como es el caso de la necrosis (gangrena, muerte celular) en
los dedos, la hipotermia severa y edemas (acúmulo de líquido), entre
otros.
A todo ello hay que
añadir las molestias para el paciente, las interrupciones de los periodos de
descanso/sueño y el dolor secundario a la realización de forma horaria de
dichas punciones principalmente en el caso de aquellos pacientes que se
encuentran conscientes. Ello hizo que en 2016 la SURVIVING SEPSIS CAMPAIN
estableciera entre sus recomendaciones llevar a cabo una monitorización
estricta en sangre arterial.
Dado que la evidencia actual respecto al tipo de muestra,
procedimiento y técnica es escasa, el equipo de profesionales del AGS Sur de
Granada se planteó analizar la correlación de la glucemia entre las diferentes
muestras y analizar su comportamiento en situación de shock.
Las conclusiones muestran que ambas técnicas (capilar y
arterial) son fiables, seguras y costo-efectivas ya que permiten una vigilancia
y control adecuado de la glucemia evitando complicaciones secundarias con
independencia de la situación en la que se encuentre el paciente. Sin embargo,
se desaconseja esta monitorización en sangre venosa central ya que sus
resultados presentan una menor fiabilidad.
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