1/4/21

Fallece Antonio Duarte secretario comarcal de CCOO en la Costa de Granada desde 1990 a 1993


Antonio Duarte González, quien fuera secretario comarcal de CCOO en la Costa de Granada entre finales del año 1990 hasta 1993, nos dejaba el pasado 26 de marzo, a la edad de 74 años, después de un proceso de años combatiendo el cáncer.

Llegado con su extensa familia de tierras extremeñas, Duarte tuvo una especial relevancia en el proceso que culminó con la privatización de la entonces fábrica Celulosa donde trabajó hasta su jubilación por enfermedad.

Con su elección como secretario comarcal de CCOO cogió el relevo de Pepe Domínguez y dimitió antes de acabar su periodo electo por divergencias con la Unión Provincial.

De su afán de superación y de su pelea en la vida da idea el hecho de que llegó a realizar tres licenciaturas, Derecho y Ciencias Políticas en Granada, y la última de ellas, Sociología, en la UNED de Motril, donde le rindieron homenaje al ser el primer alumno que finalizó sus estudios desde que se implantó este centro en Motril y lo hizo con las mejores calificaciones. Realizó también hizo un doctorando, tenía el diploma de estudios avanzados y empezó su tesis sobre riesgos laborales.

 


 

In memoriam

 

 

Documento leído en el funeral de Antonio Duarte
Documento leído en el funeral de Antonio Duarte



 

Carta a mi padre

Papá, pienso a menudo en ti, bueno, en realidad siempre has estado presente. 

Te venías a mi memoria cuando yo era alumna, y sigues haciéndolo aún (ahora ya soy profesora), y en especial, cuando oigo o veo algo que sé que a ti te gustaría o te haría reaccionar, como siempre lo has hecho, porque siempre has sido una persona de reaccionar, con tus palabras, con tus reflexiones, una persona de decir las cosas como las sientes. 

Hace poco estuve viendo con mis alumnos la sociedad liberal. Como sabes, este año me ha tocado dar un poco de todo. Tengo alumnos de distintas edades, aunque una cosa tienen en común: ese afán por las redes sociales y en especial por la inmediatez y lo efímero de las cosas que hace que a veces sea difícil que presten atención.

El liberalismo es un tema que me ha gustado mucho explicarles; el paso del Antiguo Régimen a una sociedad más libre,  y lo de la Ilustración.... ese tema que tú conoces como nadie y que también te apasiona. 

Bueno, pues esa pasión con la que intento transmitirles unos conceptos básicos que han cimentado poco a poco nuestra historia actual, sin olvidar los periodos oscuros por los que hemos pasado, que también les hablo de ello, pues esa pasión con la que intento hacer ver lo que sabemos, me la has enseñado tú, con tus actos y reflexiones. 

Siempre estás presente en mi vida, papá, porque formas parte de ella, y siempre lo has hecho. 

Una vez tuve un profe en París que me gritó "¡Viva Granada!", al salir de un examen. Lo recuerdo con cariño porque a él le dije un día que todo lo que estaba viviendo en la universidad en aquella época: las conferencias, la historia, los libros, los temas, etc. los hubieras disfrutado de estar ahí conmigo. Él me contestó que era yo la que tenía que disfrutar de ese presente y sonrió porque vio la admiración hacia tí con la que se lo dije. Te lo conté hace tiempo. Siempre he estado muy orgullosa de ti, papá, de mi padre, y lo estoy siempre, aunque hayamos tenido discusiones y enfados, porque la huella que dejas en mí es imborrable y siempre ha significado mucho para mí, forma parte de mi ser. 

Nunca se me olvidará aquella visita que hicimos juntos al museo de la resistencia en Besançon. Ahí me enseñaste a estremecerme ante la huella de la historia, con tus explicaciones sobre los objetos más significativos de la exposición: las cartas escritas sobre piel humana, las fotos de las mujeres rapadas, todo aquello que nos llamaba la atención y que a pesar de mi corta edad nunca olvidé. Me enseñaste a respirar la pátina del tiempo ante los objetos, y que detrás de cada uno de ellos hay una historia humana que siempre tiene algo que decir. 

Siempre has estado ahí conmigo y siempre estarás vivo en mí porque formas parte de mí y así me has enseñado. Te quiero.

Montse Duarte



Obituario

Tengo ante mí la foto de un hombre al que conocí hace más de tres décadas. Cuando hablé con él pensé que podía derribar el mundo no por su envergadura y su poblada barba al modo de los líderes revolucionarios, sino por su entusiasmo y su pasión a la hora de defender los derechos por conquistar y las injusticias por enmendar. Era un fajador en la lucha laboral, un vitalista, un convencido de que tras la oscuridad del franquismo llegaría la luz de la democracia aplicada a cuantas mejoras pudieran aspirar los españoles, los de a pie, los que iban y volvían de las fábricas y del tajo.

Hablar con Antonio era soportar una lluvia de argumentos de cuantas cosas podían y tenían que ser cambiadas para que todo fuera a mejor. Su bonhomía, su inmediatez, su trato agradable siempre te recibían en los encuentros. Y su fuerza interior, esa que transfería una impresión de que nunca había que rendirse y siempre encarar las dificultades, quizás como él hizo en su última lucha, en su pelea más importante, durante quince largos años contra la enfermedad.

Ahora que tengo delante la foto me llega el perfume de su recuerdo y su estatura humana se hace más grande que la de su presencia física, pero también bajo ese perfil de rudo operario que parecía su tarjeta de presentación, había un alma sensible y exquisita, ya que solo así era posible ejercer la solidaridad y el compromiso con los demás.

Sé que te veré marchar, aunque no estés, cada Primero de Mayo, para reivindicar el compromiso por mejorar el mundo, y aunque otros lleven esa bandera en su ondear estarás tú.

 MD


Enlaces:

Mi tocayo Duarte’, de Antonio Gutiérrez Alonso

1 comentario:

Emmanuel L.Sánchez dijo...

Entre Antonio y Jesucristo, veo un gran parecido.d.p. vuestro amigo Manuel