10/11/08

Los pacientes con ansiedad creen tener más problemas fisiológicos de los que realmente padecen, según un estudio

Una tesis doctoral realizada en la Universidad de Granada ha demostrado que los pacientes que sufren una patología de ansiedad grave (trastorno de pánico con y sin agorafobia, ansiedad social o ansiedad generalizada) creen tener más alteraciones fisiológicas (palpitaciones, sudoración, respiración irregular, temblor de manos, tensión muscular…) de las que realmente presentan. Dicho de otro modo, muchos pacientes con ansiedad, a pesar de informar verbalmente de síntomas fisiológicos de gran intensidad en entrevistas y cuestionarios, son hiporreactivos cuando se toman medidas reales de estos síntomas a través de pruebas psicofisiológicas.
Esta investigación ha sido realizada por la doctora Mª Isabel Viedma del Jesus y dirigida por los profesores Jaime Vila Castellar y Mª Carmen Fernández- Santaella, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Para llevarla a cabo, se trabajó con 83 pacientes diagnosticados de alguno de los siguientes trastornos de ansiedad: trastorno de pánico con y sin agorafobia, ansiedad social, ansiedad generalizada y fobias específicas. Todos ellos fueron atendidos en el programa de “Evaluación y Tratamiento de los Trastornos de Ansiedad” de la Unidad de Psicología Clínica de la Facultad de Psicología.

Pacientes menos graves
Este trabajo ha revelado, asimismo, que los pacientes que sufren una patología de ansiedad menos grave, como son los diagnosticados de fobias específicas (temor excesivo e irracional a un objeto o a una situación en concreto, tales como ciertos animales, sangre o heridas abiertas, alturas, tormentas, espacios cerrados…) sí muestran una alta reactividad en las pruebas psicofisiológicas. Viedma destaca la existencia de una relación entre la capacidad para reaccionar fisiológicamente y el pronóstico del éxito terapéutico, ya que son precisamente los pacientes con fobias específicas los que más se benefician del tratamiento cognitivo-conductual llevado a cabo. Por lo tanto, puede decirse que la presencia de síntomas fisiológicos es un buen predictor de mejora en pacientes con trastornos de ansiedad.


Prevalencia en la sociedad
Como apunta la investigadora, los trastornos de ansiedad son el problema psicopatológico de mayor prevalencia en los países de nuestro entorno. Según estadísticas estadounidenses, la prevalencia de las fobias específicas oscila entre el 8,8 y el 12,5% de la población general. Aunque pocas personas que manifiestan temores específicos entran en la categoría de fóbicos, para casi el 11% de estas personas, sus temores son lo bastante graves como para afectar a sus vidas de una forma significativa.
La investigadora destaca que, a la luz de los resultados de su investigación, ha quedado demostrado que en la evaluación clínica de la ansiedad patológica no sólo deben realizarse pruebas cognitivo-verbales y conductuales (compuestas tradicionalmente por entrevistas y cuestionarios), sino también pruebas psicofisio-lógicas. “Nuestra investigación –destaca Mª Isabel Viedma- tiene importantes implicaciones clínicas en relación al diagnóstico y pronóstico del éxito terapéutico, así como en el diseño de estrategias de intervención más eficaces en el ámbito de los trastornos de ansiedad”.
Parte de las conclusiones de esta investigación han sido presentadas recientemente en congresos nacionales e internacionales como los organizados por la Sociedad Española de Psicofisiología (SEPF) y la Society for Psychophysiological Research (SPR), entre otros.

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