20/11/12

COAG-A considera que los presupuestos de la Junta para 2013 no resuelven las demandas del sector agrario




 Esta organización recuerda que en un contexto como el actual, con la actividad privada lastrada por la falta de financiación bancaria, el impulso público es vital para la recuperación de la economía

 Las inversiones caen más de un 18% y prácticamente desaparecen los fondos propios no vinculados a la cofinanciación. Andalucía es pues tributaria de las políticas comunitaria y estatal

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Andalucía, compareció ayer en el Parlamento para valorar el proyecto de presupuestos de la comunidad para 2013. En su intervención, el secretario general, Miguel López, destacó que el contexto económico y social en el que se presentan estos presupuestos es muy preocupante, y que el carácter restrictivo de los mismos no facilita precisamente la salida de la crisis.

En un momento como el actual, en el que la actividad económica privada está lastrada por las restricciones crediticias, el estímulo público es el único que puede contrarrestar la tendencia imperante, pero eso no ocurre con los actuales presupuestos, que confirman la asfixia económica con un brutal desplome de los niveles de inversión. En ese sentido, llama la atención que si bien los presupuestos de la Consejería de Agricultura sólo caen un 4,4%, la reducción del capítulo de inversiones supera el 18%. Además, cabe destacar que con estos presupuestos Andalucía queda como tributaria de las políticas comunitarias y estatales, ya que prácticamente desaparecen los fondos propios no vinculados a la cofinanciación.

Para COAG Andalucía, estos presupuestos van a provocar una pérdida de eficiencia y competitividad del sector agrario, a pesar de su carácter estratégico para nuestra comunidad, especialmente en el momento actual. Según Eurostat, por cada joven incorporado a la actividad agraria se generan entre 8 y 10 puestos de trabajo asociados. Sin embargo, políticas como la Modernización de explotaciones e incorporación de jóvenes sufren un grave recorte, que amenaza seriamente el cumplimiento de los objetivos de inversión establecidos en el marco comunitario 2007-2013.

El descenso de la partida destinada a la política de instalación de jóvenes impide el relevo generacional (tan sólo el 6,4% de las explotaciones agrarias andaluzas está en manos de menores de 35 años) y destruye empleo.






Mientras esto ocurre en Andalucía, otras comunidades autónomas, donde la actividad tiene menos importancia, han apostado por la modernización y la incorporación, alcanzando niveles de ejecución muy superiores a los nuestros. Así, desde el comienzo del período de programación 2007-2013 y hasta diciembre de 2011, en Andalucía tan sólo se habían beneficiado de esta línea de ayudas 305 jóvenes, frente a los 914 de Castilla y León o los 929 de Aragón, comunidades autónomas con un sector agrario mucho menos importante que el andaluz, que supone el 22,5% del VAB estatal.

Los presupuestos agrarios tampoco consolidan la apuesta por la calidad, elemento diferenciador para una comunidad como la nuestra, líder en producción integrada, en denominaciones de origen y en producción ecológica.

Por otra parte, los objetivos de integración de la oferta, frente a una industria y una distribución muy concentradas que ejercen una posición de poder frente al resto de eslabones de la cadena, prácticamente desaparecen de los presupuestos, al tiempo que desde el punto de vista normativo se abandona al sector a su suerte, vigilado por la Comisión Nacional de la Competencia para sancionar cualquier intento de defensa económica de sus intereses.

Un aspecto que preocupa especialmente a esta organización agraria son los seguros agrarios. La decisión de la Consejería de eliminar su porcentaje de subvención pone en peligro un sistema que ha sido referente en toda la Unión Europea. Las declaraciones del Consejero en el sentido de recuperar esta inversión en cuanto la situación económica lo permita deben materializarse lo antes posible.

En lo positivo, cabe reconoce el incremento de las partidas destinadas, a través de fondos FEADER, a la modernización de regadíos, que pasan de 2,2 M€ a más de 40 M€ en el presupuesto de 2013. Se trata de una importante inversión que debería contribuir decisivamente a fomentar la competitividad de nuestras explotaciones en un tema clave como es la gestión eficiente del agua en nuestra Comunidad Autónoma. Sin embargo, a pesar de este incremento, hay que destacar que la política de modernización de regadíos andaluza queda en entredicho si comparamos la importancia del regadío andaluz con el de otras comunidades autónomas. Efectivamente, la comunidad autónoma andaluza ha aportado para esta línea de ayudas (a fecha 31 de diciembre de 2011) únicamente 4,9 M €, cifra muy inferior a las de Murcia, Castilla y León o Aragón.

En el ámbito ganadero, se ha realizado un importante esfuerzo por mantener las ayudas a las ADSG, que sin embargo es claramente insuficiente para mantener los niveles alcanzados en sanidad animal para una región tan expuesta a riesgos sanitarios como la nuestra.

Miguel Monferrer ha recordado el carácter estratégico de la actividad agraria, ya que los agricultores y ganaderos producen alimentos para la población, contribuyendo así a garantizar el abastecimiento,  al tiempo que hacen posible la distribución de la población  en el territorio, manteniendo el paisaje, la cultura y muchos otros bienes públicos.




Por todas estas razones, es fundamental garantizar el mantenimiento de la actividad agraria en torno a un modelo de agricultura social que pivota sobre el profesional agrario. Para COAG Andalucía, el camino hacia la consolidación y desarrollo del sector agrario exige de un adecuado reflejo presupuestario que lamentablemente no se aprecia en la actual propuesta.


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