20/5/15

La Guardia Civil imputa a dos personas por un delito relativo a la protección de la fauna por la caza furtiva de una cabra montés




La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial en calidad de imputados no detenidos, a dos individuos, el primero un hombre de 47 años de edad y el segundo un hombre de cuarenta años de edad, vecinos de Almuñécar y Ogíjares respectivamente, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la fauna al practicar la caza furtiva en un coto de la Sierra Almijara, en el término municipal de Otivar (Granada), todo ello gracias a la colaboración un guarda rural de la zona.



Los hechos sucedieron el pasado día 3 de mayo en un coto privado de la Sierra Almijara sobre las 9:45 horas. El guarda rural que vigilaba esa zona observó a un individuo con un rifle en la mano y poco después escuchó dos disparos. Tras los disparos el guarda volvió a ver a este individuo con el arma en la mano y a otros dos hombres más subir a un vehículo todoterreno y abandonar la zona de manera precipitada.



El guarda rural inspeccionó la zona donde había visto a estos individuos con el arma en la mano, y localizó un ejemplar macho de cabra montés abatido por un disparo.



Este guarda rural llamó entonces a la patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Motril y denunció los disparos de un presunto cazador furtivo y la muerte de una cabra montés.



La Guardia Civil localizó el vehículo todoterreno y averiguó que las personas implicadas en los hechos eran los dos imputados. Ambos han reconocido haber estado en el lugar en el que apareció la cabra montés muerta.



La Guardia Civil, además, ha averiguado que a los dos imputados los acompañaban en el momento de los disparos otras tres personas: un vecino de Murcia que se dedica a organizar cacerías a nivel internacional, y dos ciudadanos rusos.



Los dos imputados han sido puestos a disposición del juzgado de guardia de Almuñécar.



Los guardas rurales



La figura de los guardas rurales aparece regulada en la Ley de Seguridad Privada de 2014 y sustituye a la de los anteriores guardas particulares de campo.



Se trata de una profesión de seguridad privada. Los guardas rurales ejercen funciones de vigilancia y protección de personas y bienes en fincas rústicas, así como en instalaciones agrícolas, industriales o comerciales, con el mismo régimen establecido para los vigilantes de seguridad.



La figura de los guardas rurales cuenta a su vez con dos especialidades, los guardas de caza y los guardapescas marítimos.



A diferencia de otras figuras no incluidas en la Ley de Seguridad Privada que suelen prestar servicios en cotos de caza, los guardas rurales pueden retirar u ocupar las piezas cobradas y los medios de caza y pesca, incluidas armas, cuando aquéllos hubieran sido utilizados para cometer una infracción, procediendo a su entrega inmediata a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad competentes.



Además, gozan de la protección jurídica de agente de la autoridad cuando, debidamente identificados, desarrollen sus actividades en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.



Los servicios meritorios del personal de seguridad privada son reconocidos anualmente por el Cuerpo Nacional de Policía y por la Guardia Civil.



Mañana día 21 de mayo serán reconocidos setenta y cinco componentes de seguridad privada en un acto que tendrá lugar en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada.



Para completar esta información pueden ponerse en contacto con la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Granada, en el teléfono 958.185419.

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