24/3/10

Un decreto del Consejo de Gobierno declara de utilidad pública la lucha contra el 'picudo rojo' y fija controles rigurosos para las zonas afectadas



Flor Almón destaca los esfuerzos de la Junta para reforzar las medidas de control y combate contra la plaga de ‘picudo rojo’, que afecta a numerosas palmeras de Motril y la Costa Tropical

Ayuntamientos y particulares deberán tener un registro oficial y mantener un cuaderno de campo digital con todos los movimientos de las plantas, los tratamientos que se les aplican y posibles casos detectados




La parlamentaria andaluza y responsable de Política Municipal de la Gestora del PSOE de Motril, Flor Almón, ha subrayado los esfuerzos que está haciendo la Junta de Andalucía para reforzar las medidas de control y lucha contra la plaga de ‘picudo rojo’, que afecta a numerosas palmeras de Motril y el resto de la comarca de la Costa Tropical. Almón ha destacado que el decreto que declara de utilidad pública la lucha contra la plaga del 'picudo rojo' refuerza la obligatoriedad de tomar medidas fitosanitarias para evitar la expansión de la enfermedad y fija los criterios de coordinación entre la consejería de Agricultura y Pesca, los ayuntamientos y los propietarios privados.

Almón ha indicado cómo, entre otras exigencias, el decreto obliga a productores, viveristas y comerciantes e importadores de plantas a inscribirse en un registro oficial y mantener un cuaderno de campo -preferentemente en soporte digital- en el que se anoten los movimientos de las plantas, los tratamientos que se les aplican y los posibles casos detectados. Esta información, después, la verifica la consejería de Agricultura y Pesca, la cual, tras revisar todos los datos, emitirá pasaportes fitosanitarios que acrediten que las palmeras han sido tratadas con productos autorizados.

Otra de las novedades del decreto afecta a los importadores de palmeras, a los cuales se les obliga a ubicar las plantas en una parcela separada al menos por un kilómetro de distancia de las que ya están asentadas. Además, la Junta pedirá a los importadores un certificado fitosanitario emitido por el país de origen que deberá justificar que al menos durante un año las palmeras han estado sometidas a tratamientos preventivos.

Por otra parte, el decreto establece que los propietarios deberán notificar a la consejería de Agricultura y Pesca la aparición de síntomas de la plaga, así como permitir a su personal técnico autorizado el acceso a los lugares donde se encuentran las plantas. Esta obligación de informar de cualquier sospecha se hace extensiva a los ayuntamientos, que además tendrán que facilitar el listado de empresas que realizan labores de cultivo con las plantas sensibles en sus términos municipales.

Finalmente, la norma distingue dos tipos de área de aplicación de medidas preventivas y de lucha contra la plaga, en función de la existencia o no de plantas afectadas: la zona infestada, para la que se fija un radio de un kilómetro, y la zona tampón, que se extiende en un radio de 10 kilómetros a partir del límite de la anterior. La declaración de ambas zonas corresponde a la consejería de Agricultura y Pesca, la cual establecerá un periodo de cuarentena de dos años. Además, si se detecta grave peligro de propagación, las plantas sensibles deberán ser eliminadas.

Flor Almón ha indicado que tanto los particulares como los ayuntamientos tienen a su disposición toda la información actualizada sobre las distintas zonas demarcadas en Andalucía, junto con la relativa a los métodos más eficaces para el control de la plaga, en la página web de la Consejería.

El 'Rhynchophorus ferrugineus', conocido como el picudo rojo, se detectó por primera vez en 1995 en Almuñécar (Granada). Diez años después, la plaga se extendió hacia zonas fuera de control debido al fuerte desarrollo urbanístico y al consiguiente aumento de las plantaciones y de las importaciones de palmeras procedentes de países contaminados, principalmente Egipto. Desde entonces, la Junta ha destinado más de 9 millones de euros a medidas de control, información, asesoramiento y coordinación.


Francisco Villoslada: “La Junta de Andalucía, como siempre, llega tarde y mal en el tema del picudo rojo”



El responsable municipal ha informado de que el decreto aprobado por el Consejo de Gobierno se anunció en octubre de 2008 por parte del delegado en Granada y que simplemente refuerza las indicaciones de la Unión Europea en materia de introducción y propagación de plagas


Francisco Villoslada, teniente de alcalde de Agricultura, Pueblos Anejos y Turismo en el Ayuntamiento de Motril ha informado sobre el decreto del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía del que ha dado cuenta la parlamentaria socialista Flor Almón, indicando que “como siempre la Junta llega tarde y mal, cuando ya no se puede hacer nada por evitar una plaga que se ha convertido, muy a nuestro pesar, en una pandemia que está provocando el corte de muchísimas palmeras”.

El responsable municipal ha subrayado que hasta el momento no se ha recibido notificación alguna en el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Motril a este respecto, pero que sí se están llevando a cabo todas las medidas contenidas en este decreto, “ya que son las que ya obligaba la Unión Europea a través de las decisiones adoptadas el 25 de mayo de 2007 y más tarde con las modificaciones realizadas en octubre de 2008, donde se establecían las medidas de control, zonas de seguridad y se ampliaban las especies sensibles”.

“Hay que ayudar a los ayuntamientos y no dejarlos solos como se ha hecho con este problema -ha expresado Villoslada- después de que la Junta de Andalucía se quitara de en medio literalmente cuando aún era posible actuar contra el picudo rojo para salvar nuestras palmeras”. Y es que, según ha indicado el responsable municipal, desde el Ayuntamiento de Motril se han hecho esfuerzos enormes por contener la expansión del escarabajo sin poder hacer más, ya que incluso ahora está trasladándose a las palmeras del tipo washingtonias.

No hay comentarios: