Poseedor de una historia apasionante con idas
y venidas desde estrellato al más absoluto de los retiros Charles Lloyd fue la
clausura ideal para una muestra como Jazz en la Costa. Su edición número 27 se
cerró con la actuación de este saxofonista, record de venta de discos de jazz y
huracanado músico en los tiempos del San Francisco hippie, que en la avanzada
ochentena ejerce de gurú del lirismo, el pacifismo y la espiritualidad. Jazz en
la Costa volvió a llenarse hasta la bandera para recibir a uno de los escasos
mitos del jazz aún vivos.
Acompañado por Gerald Clayton (en la posición
que tuvo en su día Keith Jarrett), Joe Sanders y Justin Brown, Lloyd demostró
que la juventud es simplemente un estado mental y que la prudencia, la magia y
la educación son también valores en el escenario; hizo y dejó hacer, no intentó
lo que ya no puede y con humildad y amabilidad alentó a sus compañeros a hacer
lo suyo, sin recabar protagonismo alguno y ni si quiera tener contacto visual.
Pero la belleza de su concierto no estuvo tanto en las individualidades
sino en la elección y el supremo gusto del trazado de las piezas, en la alegría
o melancolía de sus arreglos, en la superlativa potencia emotiva de lo tocado y
el delicioso trabajo del guionista.
Jazz en la Costa ha estado organizado por la
Diputación Provincial de Granada y el Ayuntamiento de Almuñécar. Para los
responsables de estas instituciones “es
una satisfacción el nivel tan alto de los músicos que han pasado por aquí”, dijo
la alcaldesa Trinidad Herrera, sorprendida “por la cantidad de personas que se desplazan a esta muestra” que
es “el broche dorado de la agenda
cultural de Almuñécar”.
Por su parte, el diputado delegado de
Cultura, José Torrente, manifestó estar muy contento por el éxito de esta
edición del festival “santo y seña de
las actuaciones de la Diputación en la provincia”, manifestando también
la “importancia que tiene” este
festival para la Institución que representa.
El diputado José Torrente ha incidido en la
consolidación del festival y de su programación, basada únicamente en el jazz y
con una calidad muy similar a la de otros grandes festivales europeos, pese a
que “no contamos con la colaboración
de la Junta de Andalucía, a diferencia de otros festivales de España que tienen
un mayor presupuesto gracias al apoyo de sus gobiernos autonómicos”.
Según el director del Festival, Jesús
Villalba, “a pesar de la crisis
económica, el Festival Internacional de Jazz en la Costa ha aumentado
este año su número de conciertos hasta un total de 10 y mantenido en esta
edición un índice de ocupación del 95%, con todos los abonos y cuatro de
los ocho conciertos del programa principal agotados. Los conciertos más
demandados fueron el de Chano Domínguez y Niño Josele, Charles Lloyd y el de la
cantante Zara McFarlane, para los que la organización tuvo que ampliar aforo
para cubrir la demanda de entradas”.
Pionero en aunar cultura y turismo,
Jazz en la Costa es un ejemplo de que la cultura también puede generar
riqueza y empleo. Con todos los hoteles de Almuñécar llenos, más del 70%
del público que asiste al Festival procede de fuera de la provincia de Granada
e inyecta una importante cantidad económica a la ciudad. Los puntos más
equidistantes donde se han vendido entradas han sido en los países de Suecia y
Portugal. Cerca de 30 personas han trabajado diariamente en la
realización de los conciertos para que más de 10.000 personas disfrutaran
del jazz.
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